El Gobierno de España, se ha convertido en el mayor adalid de los agresores sexuales que merodean por los lugares más insospechados. Teniendo en cuenta que les rebajan las penas o los sueltan y que multan a todo aquel que no les facilita la labor y me refiero a que, por ejemplo, quien no permita a un supuesto hombre trans acceder a vestuarios femeninos, va a ser sancionado económicamente con mucha dureza y se enfrentará a multas de hasta 150.000 euros, es lógico pensar que todas estas alimañas sexuales votarán en masa a socialistas y comunistas, a las también alimañas que nos desgobiernan.
Y es que la ley aprobada esta pasada semana por el Congreso de los Diputados incluye un capítulo de sanciones y permite a un hombre ser legalmente reconocido como mujer con sólo comunicarlo en el Registro Civil. En un Artículo dice: «El ejercicio del derecho a la rectificación registral de la mención relativa al sexo en ningún caso podrá estar condicionado a la previa exhibición de informe médico o psicológico relativo a la disconformidad con el sexo mencionado en la inscripción de nacimiento, ni a la previa modificación de la apariencia o función corporal de la persona a través de procedimientos médicos, quirúrgicos o de otra índole».
Por lo que un hombre sólo tiene que comunicar que es una mujer en el Registro Civil, e incluso puede conservar su nombre masculino (punto 4 del citado artículo) para ser legalmente considerado una mujer. Es un disparate jurídico colosal, sobre todo teniendo en cuenta lo que señala el Artículo 46 en su punto 2: «La rectificación registral permitirá a la persona ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición». Es decir, que basta con cambiar el sexo indicado en el Registro Civil para, por ejemplo, tener acceso a vestuarios y baños reservados a mujeres, con los riesgos consiguientes cuando hablamos de un varón, que dice ser mujer, pero conservando los atributos sexuales masculinos.
Cabe preguntarse si esta ley se ha promovido para proteger a las personas LGTB o para crear una sociedad donde las mujeres vivan con miedo a ser agredidas sexualmente, para que luego acudan a pedir auxilio al mismo gobierno «feminista» que ha creado el problema.
A partir de ahora, cuando nuestra hija o mujer se vaya al gimnasio, vamos a tener el corazón encogido hasta que vuelva. Es lamentable el daño que le están haciendo a nuestra sociedad y sobre todo, el daño que le están haciendo a las mujeres, porque cuando tienes miedo de ir a algún sitio es que has perdido libertad.