El auto del juez Piñar en el que rechaza la puesta en libertad de Juana Rivas, es demoledor, y deja en evidencia a este maldito Gobierno que, pese a conocer antes de conceder el indulto a Juana Rivas que, estando los hijos bajo el cuidado y custodia de la madre, uno de ellos fue abusado sexualmente, según dictaminó la pediatra, un forense y manifestó el propio menor, la indultó. Pese a todo, la izquierda mantiene su apoyo incondicional a este “monstruo” que lleva nombre de mujer.
Cómo el feminismo radical y la izquierda radical que lo protegen, han engañado a millones de españoles de buena fe, sustentando el indulto en base a que Juana Rivas habría sido objeto de una condena injusta cuando trataba de defender de un peligro paterno a sus hijos menores, podemos acusarlos de engaño social masivo. Y esto lo conocemos, gracias a la valentía de un juez que ahora será hostigado por esas fuerzas del mal que nos gobiernan y por sus satélites mediáticos.
Tras destaparse la verdad sobre este caso, cabría esperar que todos los que participaron en esa bochornosa campaña de “Juana está en mi casa” pidieran perdón en público a nuestra sociedad, incluido Mariano Rajoy y Albert Rivera, o en su ausencia, lo pidieran sus herederos, los que hoy dirigen el Partido Popular y Ciudadanos.
El Caso Juana Rivas es para sentar en el banquillo a todo el Gobierno y a la Fiscal General del Estado, además de cerrar el Ministerio de la maléfica Irene Montero. La violencia no tiene género y reside por igual, en hombres y mujeres, algo que es evidente.