El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, ha abogado por incentivar la llegada de inmigrantes para “contribuir a las pensiones” y sostener así el sistema. Y dice esto, cuando muchos expertos advierten de que la mano de obra inmigrante es mucho menos cualificada que la nacional, que cuando trabaja percibe unos ingresos mucho menores que los españoles y que, por lo tanto, es imposible que pueda sostener el actual sistema de pensiones. Eso sí, lo de fomentar la natalidad, la única solución posible, los de Feijóo no solo no lo apoyan, es que ni lo contemplan.

El PP dice lo mismo, asume los mismos mantras de las élites globalistas: favorecer el aborto, alentar el antinatalismo y apoyar la inmigración ilegal, en otras palabras, favorecer el suicidio de nuestra civilización, pues con estas medidas, seremos sustituidos por quienes nos están invadiendo desde el sur con la bendición de todos menos de Vox.

Según el INE, a cien mil españoles al año, sus madres les impiden que nazcan y abortan, frente a esta tragedia, se estima que en 2072 más de la mitad de nuestra población no habrá nacido en España.

A nadie le extraña ya, que el PP se muestra a favor de las tesis que alientan el “efecto llamada”. Por ejemplo, Loles López, actual consejera de Inclusión Social de la Junta de Andalucía, manifestó –como secretaria general del PP-A– ante la avalancha de ilegales en Ceuta en mayo de 2021 que su partido tenía la obligación “legal y moral” de acoger a los “menas”. Jesús Aguirre, consejero entonces de Salud y presidente hoy del Parlamento andaluz, defendió la “solidaridad” que debían tener las comunidades autónomas y dijo no comprender “en absoluto” la postura de VOX, que pidió su identificación y el regreso con sus padres y con sus familias.

En febrero del pasado año, Isabel Díaz Ayuso, también se sumó a estas tesis suicidas al afirmar que la delincuencia “no está relacionada” con el origen de las personas. Intentando ocultar así los terribles efectos de la inmigración ilegal y de las bandas violentas juveniles en la seguridad en las calles. En el fondo, Ayuso es igual que Feijóo. No hay un PP bueno y un PP malo, solo hay un PP desnortado, que por ejemplo, votó en contra el pasado mes de febrero de una Proposición No de Ley presentada por VOX en la comisión de Interior en el Congreso en la que llamaba a proteger a los españoles frente a las políticas que favorecen la “creciente islamización” de España.

Por todo lo manifestado anteriormente, no veo extraño que el PP prefiera que sea el PSOE el que facilite una hipotética investidura del presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, tras las generales que previsiblemente se celebrarán a final de año. Quieren gobernar en solitario para engañar de nuevo a su electorado y no verse obligados a llevar a cabo los cambios legislativos de calado que reclama la derecha social y que Vox les exigiría para apoyarles.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ver más

  • Responsable: Alejandro Baeza Serrano.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Webempresa que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad