La Historia es terca como una
mula, y se empeña en demostrarnos, una y otra vez, que los españoles ni tenemos
memoria ni tenemos arreglo, y eso, en los tiempos que corren, constituye un
riesgo grave, muy grave.
Posiblemente estemos a las
puertas de una de las mayores crisis que se han vivido en este país en los
últimos cien años o incluso más, el tiempo lo dirá y no sólo por el número de
fallecidos, homologable al del Desastre de Annual, en cuanto a número y corto
espacio de tiempo, sino a también a las consecuencias sociales y económicas que
tienen visos de retrotraernos a la España de la primera mitad del XIX,
incluyendo la “clase” política de la época.
Para hacer frente a lo que se
nos viene encima, Pedro Sánchez, ha dicho que estamos ante «la gran crisis
de nuestras vidas» y por eso promoverá unos pactos para reconstruir la
economía y el tejido social una vez que se supere la pandemia. Añadiendo además
que: “No voy a confrontar con nadie, no es el momento de hacerlo. Mi tarea es
unir, porque será unidos como venceremos al virus”
Se trata, teóricamente pero
muy teóricamente, de reeditar los llamados Pactos de La Moncloa, de los que el
sufrido pueblo español, o no se acuerda o no tiene ni repajolera idea, y la poca
que tiene, ha sido debidamente filtrada, y modificada. De hecho, ya José Luis Ábalos, nos avisa de que
el desafío al que se enfrenta España es «muy distinto» al de 1977,
cuando salieron adelante los Pactos de la Moncloa. Pero es un desafío, ha
recalcado, igual de importante.
Pues bien, lo que no se dice,
es que el llamamiento a todas las fuerzas políticas, ¡qué curioso, por primera
vez incluso se invita a Vox a unirse!, es para sumarse a un proyecto ya hecho y
redactado, tanto por el PSOE, y lo que es más grave, por Podemos. No nos
equivoquemos, no se da cabida a ideas que modifiquen, corrijan o amplíen
directrices de actuación, es un proyecto cerrado, y te adhieres o no,
ateniéndose a las consecuencias del ataque que, a través de los medios de
comunicación (que no olvidemos quien y como los controla) y otros medios
“democráticos”, voy a desatar….
No olvidemos la historia, una
vez más, en los Pactos de La Moncloa se cedió, mayoritariamente por una sola
parte (legalización de partidos, patrimonio sindical, amnistías y un etc. tan
largo que no daría para un solo artículo, ni siquiera un solo libro),
permitiendo incluso que personas como Dolores Ibarruri, Enrique Lister o
Santiago Carrillo, por poner sólo unos ejemplos, vivieran a cuerpo de Rey sus
últimos años y fallecieran en sus camas; ahora lo que se está ofreciendo es un proyecto
cerrado y que además lleva implícito un cambio de Régimen y una nueva política
confiscatoria, que puede dejar a Venezuela en una broma cariñosa.