Cuando desde el Gobierno, ni se respeta ni se defiende, la propiedad privada y se alienta la okupación de viviendas ajenas, no es de extrañar que ocurran hechos como el acaecido en el almeriense municipio de Vícar, donde un okupa ha asesinado al propietario de su vivienda por insistirle en que abandonara su propiedad. El Juzgado de Instrucción Nº5 de Almería decretó el 15 de enero el ingreso prisión sin fianza del asesino, quien fue detenido antes de que emprendiera la fuga, ya que tenía preparado un taxi pirata para su huida.
Desde la izquierda se alienta la okupación de viviendas con la falsa excusa de que hay familias que necesitan un techo para vivir y no lo tienen, cuando la realidad es otra muy distinta, ya que la gran mayoría de las okupaciones de viviendas las llevan a cabo mafias organizadas.
Quisiera recordar que durante el denostado franquismo, se construyeron cerca de seis millones de viviendas sociales, pero en cambio, desde la Transición hasta ahora, apenas 600.000. Socialistas y comunistas, han sido incapaces de tomar medidas para solucionar el problema de esas familias que no tienen acceso a una vivienda de venta libre, mucho piar pero poco hacer. Quienes gobiernan las CCAA, siguen a lo suyo, a enchufar a su gente y al saqueo permanente de las arcas públicas, por ello, nunca les sobra dinero para construir viviendas sociales.
Mientras no nos demos cuenta de que la organización territorial que nos dimos en la Transición es nuestra ruina y el auténtico Estado del Bienestar de los partidos políticos en detrimento del nuestro, pocas cosas tendrán solución. Ni el futuro de nuestras pensiones, ni la Sanidad, ni la Educación, ni todos los servicios básicos que recibimos los ciudadanos. Un Estado centralizado en lo político y descentralizado en lo administrativo, es lo más eficaz y lo más económico, además, así, de esa manera, ningún gobierno central discriminará a una región por tener un gobierno regional de distinto signo.
Todos nuestros problemas vienen de los errores de bulto que se cometieron en la elaboración de nuestra Carta Magna y curiosamente ahora, no solo no se quieren solucionar, si no que quienes nos desgobiernan quieren estropear lo que se hizo bien entonces, pero claro está, al saber que jamás dispondrán de las mayorías cualificadas que establece nuestra Constitución para ser cambiada, lo hacen por la puerta de atrás aprovechando que han colonizado las instituciones y sobre todo, han ocupado el Tribunal Constitucional.