El brutal atentado perpetrado ayer en Algeciras por un terrorista musulmán, en el que asesinó a machetazos a un sacristán e hirió a otras personas, es la consecuencia directa de las políticas de socialistas, comunistas y separatistas, que tienen muy claro, que permitiendo la invasión mayoritariamente musulmana que nos llega desde el sur, pueden acabar mucho antes con la España cristiana y destruir así lo que culminaron los Reyes Católicos y lo que han construido con mucho esfuerzo todos nuestros antepasados.
Lo que ha ocurrido era previsible, pues permitir la entrada indiscriminada de personas procedentes de culturas incompatibles con los valores de la nuestra, la occidental, solo puede traernos lo que ya está ocurriendo en ciudades belgas o en barrios del propio París, lugares donde ya no rigen las leyes del país, lugares donde rige la ley islámica y en los que incluso la policía no se atreve ni a entrar. Con esto no estoy diciendo que todos los que, entran o se cuelan ilegalmente, sean terroristas, pero lo cierto es, que los que no lo son, jamás les denunciaran, unos porque les apoyan y otros por simple miedo. Esto hay que pararlo ya.
Pero lo que más me ha indignado han sido los mensajes casi calcados que han enviado a través de las RRSS, tanto Pedro Sánchez como Alberto Núñez Feijóo, y en el que tratan al asesinado como simplemente fallecido. En el caso del infame Sánchez, podría entenderlo, pero que el líder del Partido Popular, en su obsesión por la moderación, caiga en este, más insulto que error, me dá auténtico asco. En lo relativo a Feijóo, para mí, esta ha sido la gota que colma el vaso, siento auténtico desprecio por este indigno personaje que se supone que representa a una parte importante de la derecha social española.
A la mayoría de los medios de comunicación, les pasa lo mismo que a Sánchez y a Feijóo, que les cuesta hablar con propiedad sobre el crimen cometido ayer por un islamista en Algeciras. Y es que muchos medios han titulado usando el término «fallecido» para referirse al sacristán asesinado. Que los medios de comunicación también rebajen así un crimen cometido a machetazos es algo indignante.