El tratamiento que esta semana se ha dado en Canal Sur, la televisión pública andaluza, al atentado terrorista perpetrado el pasado miércoles en Algeciras por un islamista radical, solo puede calificarse de bochornoso. La noche del miércoles, esa televisión pública que pagamos todos los andaluces, se limitó a ofrecer un corto “avance informativo” en el que no se habló en ningún momento de atentado terrorista, a pesar de que ya se conocía que la Audiencia Nacional lo investigaba como tal.
Se restó importancia a lo ocurrido en todo momento por muchos motivos: por el tiempo dedicado, por el formato empleado, por el contenido de la información ofrecida y por el lenguaje utilizado. Se trató como un “caso aislado”, como si no tuviese relación con ningún patrón de conducta lamentablemente sufrido por todos los europeos en los últimos años. Se habló de “una persona muerta o fallecida”, no asesinada. Se habló sólo de un herido, sin atender al resto y de “presunto agresor”, no de presunto terrorista. Siempre trataron de ocultar su origen marroquí y no se ofrecieron las reacciones políticas que ya a esa hora se habían producido.
Todo lo que ha venido después en los informativos de la cadena pública han sido intentos permanentes de demostrar que el yihadista estaba “loco” y que actuó bajo los efectos del “mono” por dejar de consumir drogas. Por si fuera poco, a pesar de los vídeos y de no haber negado la autoría de los hechos, se le sigue denominando “presunto agresor”, mientras se ponía especial énfasis en ofrecer testimonios de marroquíes mostrándoles como personas “pacifistas”.
Este planteamiento informativo se asemeja mucho con la manera con la que Feijóo y el PP que gobierna en Andalucía se han referido al asunto, no es descabellado pensar que la actuación de los responsables de los servicios informativos es malintencionada. Feijóo, líder del PP, habló de “sacristán fallecido” y más dirigentes populares, se esmeraron en explicar ante los medios por qué se ha tratado de un “caso aislado” por ser “la primera vez que ocurre en Algeciras”.
Y mientras, siguen llegando a Andalucía miles de ilegales. Cuantos son terroristas, nunca lo sabremos, pero lo cierto, es que este tipo de atentados seguirán aumentando, tanto en Andalucía como en el resto de Europa, y ocurrirá, por mucho que traten de ocultarlo esos que nos gobiernan, ya que muchos de ellos están claramente vendidos a Marruecos, y los otros, los de la derecha tibia, cuando gobiernan, se niegan a afrontar la gravedad de lo que está ocurriendo y a plantear soluciones. Si grave es la invasión silenciosa de la que estamos siendo objeto, más grave aún es saber que a los socialistas se les han unido los populares y que por ello, estos últimos se han convertido de esa manera en cómplices de los responsables de lo que ocurre y está por llegar.