Ha ocurrido este miércoles en el Congreso de los Diputados, una valiente diputada de Vox llamada, Carla Toscano, le ha dicho a nuestra descerebrada ministra, Irene Montero, lo que la mayoría de los españoles piensa de ella y muchos quisieran decirle a la cara.
En pleno debate sobre la ley del ”Solo sí es sí” Carla Toscano ha dicho: “Ha osado insultar a toda la judicatura. Hay que tenerla de cemento armado para insultar a profesionales que se han pasado años de su vida estudiando Derecho y una oposición cuando el único mérito que tiene usted es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias”. Repito, lo mismo que muchos millones de españoles pensamos.
Que esas palabras hayan provocado una oleada de indignación entre los diputados de los partidos socialistas, comunistas, separatistas y proetarras, es lo normal, pero que el Partido Popular se una a esa indignación alineándose con todos los enemigos de España, es descorazonador. Por muy cobardes que sean y por mucho que piensen que este posicionamiento les ayudará a su gran ensoñación, esa de que le puede quitar muchos votos a los partidos de izquierda, no justifica que de nuevo se alejen de la derecha social española y de su único aliado natural, con el único que podrían formar gobierno y echar de La Moncloa al psicópata que la habita.
Irene Montero se dedicó a hacer pucheritos y a acusar a Vox de ejercer violencia política, haciendo un llamamiento para pararle los pies a “esa banda de fascistas”.
El propio, Santiago Abascal, salió en defensa de Toscano afirmando: «¡Qué piel tan fina tienen los que van de la mano de filoterroristas, los que apedrean actos políticos, los que sueltan violadores, los que defienden la pederastia, los que indultan a corruptos y golpistas, los padres de toda violencia!», escribió en redes sociales en referencia a las muestras de apoyo de miembros del Gobierno a Irene Montero.