Como ya va siendo habitual, la práctica totalidad de los medios de comunicación, ya estén al servicio de la izquierda o al servicio del Partido Popular, unos por unos motivos y otros por los contrarios, coinciden en arremeter contra VOX por cualquier motivo. Evidentemente, ahora el principal motivo de esa crítica interesada es la presentación de la Moción de Censura y el designado para encabezarla, Ramón Tamames.
Ramón Tamames, es un hombre de izquierdas de muy avanzada edad, pero que mantiene una lucidez mental poco habitual a esas alturas de la vida, con el que Vox y la derecha social, coinciden en muy pocas cosas, de hecho, si uno lee su entrevista en El País, hasta se puede sentir molesto por lo que dice. Pero hay una cosa en la que sí que coincide con la España decente, con la España patriótica, en que tiene muy claro que Sánchez tiene que ser expulsado cuanto antes de La Moncloa, por ello, nadie me puede negar que, aceptando el encargo de Abascal, este hombre, uno de los últimos españoles honorables de izquierdas, le hace un último servicio a España, su Nación. Si Julio Anguita estuviese aquí, posiblemente entendería perfectamente a Tamames.
Lo realmente triste es que, lo que perece tener tan claro Tamames, no lo tenga claro Feijóo, quien parece preferir esperar a que acabe la legislatura y heredar la España que le deje el infame de Sánchez, cosa que a los que ya vamos teniendo unos años nos escama bastante, pues yo ya no acepto eso de cambiar a Sánchez por Feijóo sin que antes me diga este gallego que va a suponer ese cambio en La Moncloa. Si es para que las leyes de la izquierda sigan vigentes y casi nada cambie, como ha ocurrido en Andalucía, en donde solo se gestiona mejor en lo económico, a mí por lo menos, no me vale.
Desde que irrumpió Vox en la política española es siempre lo mismo, Abascal y sus valientes siempre toman la iniciativa, y los otros, escondidos, agazapados y haciendo sus cálculos desde la más absoluta cobardía.