La Justicia italiana ha dado por enésima vez la razón al padre de los hijos de la malvada Juana Rivas y le otorga a Arcuri su custodia. A esa mujer perversa a la que nuestro infame Gobierno indultó y con la que hasta el inútil y acomplejado de Mariano Rajoy se solidarizó. La Justicia de la democracia italiana la ha puesto en su sitio, dándole la custodia a su expareja, tras entre otras cosas, oír las escalofriantes declaraciones del hijo menor de Juana Rivas.
El menor ha confesado el chantaje al que su madre, Juana Rivas, le sometía para decir que su padre le maltrataba. Hasta le obligó a grabar vídeos y manipuló sus mensajes. Los siete años de batalla judicial de Juana Rivas basados en falsedades han finalizado.
Y esto ha ocurrido a través de una demoledora sentencia, en la que desmonta punto por punto la imagen de «madre protectora» que la ministra Irene Montero dibujó de ella para justificar su polémico indulto tras haber sido condenada por sustracción de menores. En dicha sentencia, la jueza presenta así a Juana Rivas como una mujer con un «funcionamiento psíquico severamente patológico», que ha manifestado «grandes habilidades manipuladoras hacia los menores», algo que habría llegado a corroborar su propio hijo pequeño, al que separó de su padre cuando apenas tenía dos años.
El menor manifestó que «Es como si mamá me lavara el cerebro hablando de papá, diciendo mentiras como que papá me pegaba. Eso no es verdad», incluso relató que su hermano mayor trataba de presionarle en favor de su madre, y todo esto lo ha declarado cuando acaba de cumplir 9 años.
La jueza ha manifestado, que ha quedado constatado que el secuestro perpetrado por Juana Rivas favoreció la estructuración de un proceso de alienación de la figura paterna. La Justicia italiana corrobora que Juana Rivas no solo dificulta la «relación afectiva con el padre», sino que, además, «mina la serenidad» de sus hijos, sobre los que ejerce un «profundo daño psicológico». Con el fin de limitarlo al máximo posible, no solo le otorga la custodia en exclusiva a Francesco Arcuri, sino que, además, limita las visitas de la madre.
¿Para cuándo este Gobierno que padecemos va a pedirnos perdón a todos los españoles por otorgar este injusto indulto? ¿Para cuándo el Partido Popular va a pedir perdón por apoyar a Juana Rivas?
Este caso, debería servir para hacer que la ciudadanía española le exija a nuestros gobernantes que se haga justicia con todos esos padres que son víctimas, por una parte, de malvadas mujeres que los denuncian en falso y casi nunca ven caer sobre ellas el peso de la ley, y por otro, el de una legislación injusta que más pronto que tarde habrá que cambiar.
Aunque lo crean nuestras descerebradas ministras, la maldad no habita solo en el hombre, en los dos sexos la hay, por eso la violencia no tiene género. Penas más duras para maltratadores, abusadores, violadores y asesinos, y en igual proporción de dureza para las mujeres, que quienes denuncien en falso paguen por el daño que le hacen a su pareja y a sus hijos. Solo hay que pedir igualdad de trato a ambos sexos, no la injusticia en la que nos ha instalado el feminismo hembrista imperante.