Mientras que en Portugal hay censados una cantidad ínfima de musulmanes, en España ya hay casi un millón censados y otro millón están en nuestro territorio de manera ilegal. En España ya son el 15% de la población total, algo que nos debería preocupar, pero lo más grave es que se llevan dos tercios de todas las ayudas sociales, algo indignante.
Y digo que es indignante, porque en las llamadas “colas del hambre” hay mucho español, muchos padres que no pueden alimentar correctamente a sus hijos y muchas viudas con pensiones de miseria. A todos ellos, el Gobierno les da la espalda y prefiere dar el dinero de los impuestos de los españoles a los súbditos del socio de Sánchez. Pero no es solo eso, con ese dinero, se podría ayudar a los jóvenes españoles que sesean formar una familia, dándoles una vivienda digna y ayudas para que puedan tener hijos, pero el Gobierno les da la espalda a ellos también.
La izquierda y sus socios, todos los que le desean lo peor a nuestra Nación, han optado hace tiempo por que nuestra sociedad se suicide, sustituyendo a los españoles por personas procedentes de culturas incompatibles con la nuestra e incapaces de integrarse. Lo del terrorista de Algeciras, lo de las bandas violentas de menas, lo de las manadas de violadores magrebíes, no son hechos aislados, son la consecuencia de permitir la entrada a auténticos “salvajes” en potencia a los que jamás les han inculcado valores como libertad, democracia, igualdad o DDHH.
Aún estamos a tiempo de revertir la situación, y desgraciadamente, parece que solo Santiago Abascal y los suyos, están concienciados de la gravedad de la situación y entre sus propuestas podría estar la solución, una pena que en este asunto, Feijóo, como en otros tantos, solo pretenda hacer políticas continuistas a las hechas por los socialistas y sus perniciosos socios.