Desde la Transición, nunca había ocurrido nada parecido. Durante la celebración de las manifestaciones del 8-M, un alto cargo de este Gobierno, concretamente, la Secretariade Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez «Pam», jaleaba una consigna que deseaba la muerte de un miembro de la oposición, del líder de Vox, Santiago Abascal.
Estamos ante un hecho tan grave, que sería impensable que ocurriese en cualquier otra democracia europea y que, de ocurrir, implicaría la inmediata destitución de la persona responsable de tan execrable acto. Pero esto es España y su presidente le tolera todo tipo de comportamientos violentos a sus descerebrados socios comunistas con tal de mantenerse en el poder.
Ver ayer en Madrid, al miembro de Podemos y secretaria de Estado de Igualdad, grabando el video con una gran sonrisa, junto a otras feministas, coreando el lema que dá título a este artículo, da la sensación, de que quienes nos desgobiernan han sobrepasado todas las líneas rojas y están llevando a nuestra democracia a una situación límite. Por mucho que uno discrep con las ideas de un adversario político, no puede desearle la muerte, máxime si representa al tercer partido más votado de España.
Allá por 2021, creo recordar que dos ministras de Podemos justificaron las agresiones a pedradas contra miembros de Vox, entre ellos un diputado, perpetradas por una manada de violentos de extrema izquierda. Por entonces, Sánchez, no tomó ninguna medida contra esas dos ministras, Irene Montero e Ione Belarra, por lo que ahora, es de suponer que hará lo mismo, pese a que Vox, a través de sus perfiles oficiales en RRSS, ha ficho que “queremos entender que no avalará usted hoy la actuación de su secretaria de Estado y que la cesará de inmediato. En caso contrario, usted y su gobierno cruzarán una línea a la que luego nos será muy difícil regresar».
No podemos tampoco olvidar, que esta degenerada protagonizó una polémica en enero cuando se partía de risa en un acto público de las rebajas de condenas y excarcelaciones de violadores, como consecuencia de la aplicación de la ley del «sólo sí es sí” que su partido promovió.