Desde que Pedro Sánchez está al frente de este desastre de Gobierno de socialistas y comunistas, desde 2019 hasta ahora los sindicatos han recibido 308 millones de euros de dinero público, por ello, no es de extrañar que estas estructuras subsidiadas que no representan a casi nadie y cuyas cúpulas las componen claramente “meros funcionarios” al servicio del actual Ministerio de Trabajo, sean un instrumento que nunca convoca movilizaciones contra quien les paga pese a haber miles de motivos.
De este pastón, CCOO, UGT y sus diversos chiringuitos, se han embolsado 284 millones, el 92% y eso, sin contar con lo que reciben de Ayuntamientos, Diputaciones o CCAA.
Por todo esto, no es de extrañar que, a pesar de la desastrosa situación, económica y laboral, a la que nos ha llevado este calamitoso Gobierno, UGT y CCOO, no han llevado a cabo ni una sola movilización que pudiese perjudicar a Sánchez y su banda, por eso, solo actúan como cualquier sicario, a la orden de quien les paga y para desgastar a los gobiernos de derechas. Ya es hora de que sindicatos y patronal solo se financien con las cuotas de sus afiliados, adaptando sus estructuras orgánicas a sus ingresos.
Curiosamente, cuando ha gobernado el Partido Popular, como en casi todo, nunca se atrevió a cerrarle el grifo del dinero público a estas estructuras mafiosas que en más de una vez han sido sentadas en el banquillo por cometer delitos relacionadas con el destino de parte del dinero público recibido, por ello, el voto al PP, por mucho que nos intenten “comer el coco” con su propaganda, nunca ha sido fiable por sus cobardes políticas continuistas en demasiados frentes.