Todo lo referente a las vacunas contra el Cobid-19, es tan sospechoso, que no es de extrañar que mucha gente sea tan reacia a vacunarse. Nos estamos gastando un dineral en comprar vacunas de fuera, sobre todo, la favorita de los políticos, la de Pfizer, y en cambio, nuestro Gobierno sigue poniendo zancadillas para retrasar la salida de la vacuna española más avanzada, la que está desarrollando el equipo del investigador español Mariano Esteban en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) junto con Biofabri.

Lo ha confirmado el Hospital La Paz, la preselección de los potenciales candidatos a probar esta vacuna se ha suspendido temporalmente hasta que la Agencia Española del Medicamento (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad dé luz verde a la realización del ensayo clínico consistente en pruebas en humanos.

Tanto el CSIC como Biofabri aseguran que se han seguido todos los protocolos internacionales usuales en el desarrollo de los ensayos preclínicos de vacunas, y que, en base a los resultados de los mismos en cuanto a seguridad y eficacia, se ha considerado adecuado solicitar el ensayo de la fase clínica. En los ensayos en ratones se ha conseguido un 100% de eficacia.

Esta paralización se produce un día después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara la llegada de otros 3,4 millones de dosis extras de la vacuna de Pfizer a lo largo de este mes de agosto. Lo que, según nuestro infame presidente, ayudará a tener inoculada al 70% de la población antes de finalizar el verano.

Mi interpretación de este asunto es bastante clara, comprando vacunas del CSIC es mucho más difícil trincar maletines que si le haces los pedidos a un laboratorio extranjero y con el curriculum judicial que tiene Pfizer. Les importa una mierda nuestra salud.