El Gobierno nos avisó de que
pensaba permitir salir a la calle a los niños a partir del día 27 de abril, lo
dijo este pasado sábado Pedro Sánchez, que anunció que los menores de 12 años
podrían «disfrutar de un rato al día al aire libre» como «un
pequeño alivio» a los más de 8 millones de niños que llevan cinco semanas
confinados en sus casas desde que el pasado 14 de marzo se decretó el Estado de
Alarma. Pero como en todo lo que anuncia este Gobierno, y en las decisiones
posteriores que toma, solo se ve improvisación e ineptitud.
El Gobierno rectificó, y cambió
esos «paseos cortos» con los niños, por ser acompañados por ellos al
ir a un supermercado, a la farmacia o al banco, eso sí, recalcando que con “sentido
común», para ayer y ante las críticas recibidas, volver a algo parecido a
lo que decía al principio. Es decir, los menores solo iban a poder acompañar a
un adulto, en las actividades que «ya estaban permitidas por el decreto
del estado de alarma», pero no a dar paseos, aunque fueran cortos, como se
nos dijo hace muy poco. Y el Gobierno recalcaba que «no habrá nadie con un
cronómetro midiendo el tiempo» en que se realiza esa actividad, y todo
este desvarío, para después rectificar de nuevo, pero ahora hasta los 14 años. Así
no se puede gobernar, así no se puede gestionar nada.
Tengo que decir, que me
extrañaba esa decisión del Gobierno con respecto a los niños, pues entiendo que
pasear por un espacio abierto, un parque o un jardín, es infinitamente menos
peligroso que hacerlo en un supermercado. Todos sabemos que los carros están
contaminados y que en cuanto los toquemos nos podemos contagiar, y qué decir de
esa gran cantidad de alimentos que los cogen y los vuelven a poner en la
estantería.
Somos 47 millones y nos han
tocado los más tontos e ineptos gobernándonos durante la pandemia, que mala
suerte tenemos, o que mal votamos.