Numerosas asociaciones de hombres víctimas de denuncias falsas han denunciado que detrás de las numerosas sentencias de conformidad que registran los juicios por violencia de género se esconden miles de denuncias falsas. Y es que, a pesar de no haber cometido delito alguno, son muchos los hombres que terminan aceptando una condena mínima con tal de no ir a prisión.

Según los datos del Observatorio de Violencia de Género, las condenas por conformidad en los juzgados de lo Penal rondan el 40%. Sin embargo, la cifra de los juzgados de Violencia contra la Mujer no se hace pública, y las organizaciones críticas con la legislación actual temen que sea mucho mayor. Así, de las 10.000 condenas del último trimestre de 2022, la Asociación de Hombres Maltratados estima que un 80% serían por conformidad.

La altísima cifra de conformidades que hay en los asuntos de violencia de género ocurren por miedo a ir a prisión, porque cuando pasas una noche en el calabozo y después te ofrecen aceptar unas condiciones que implican terminar de forma inmediata con el procedimiento, si no te explican más, ni las consecuencias que implica aceptar, lo firmas. Más del 40% de las denuncias por violencia de género son tumbadas en el primer eslabón judicial.

El abogado, generalmente, no explica al cliente las gravísimas consecuencias civiles y penales que lleva aparejada esa conformidad, hablamos de consecuencias desproporcionadas. Entre ellas, se encuentran la imposibilidad de solicitar una custodia compartida o la suspensión del régimen de visitas.

Nuestra legislación alienta claramente las denuncias falsas. A día de hoy, la mujer que interponga una denuncia por violencia de género entra automáticamente dentro de un protocolo en el que recibe ayudas de todo tipo y consigue unas medidas paterno-filiales (en el caso de que existan hijos) que difícilmente conseguiría en la vía civil. Y sin negar que existen demasiados ataques machistas y que deben ser erradicados, es evidente que los beneficios que se le conceden a la mujer presuntamente víctima de violencia de género han hecho que la cifra de las denuncias se dispare.

Las denuncias falsas por violencia de género han destrozado la vida de demasiados hombres inocentes y la de sus hijos. El Gobierno se empeña en tapar la realidad, pues a partir de que se empiezan a poner denuncias para evitar, por ejemplo, la custodia compartida y eso se acepta de inmediato, al margen de la veracidad de los hechos, algo falla en el sistema.

La presunción de inocencia no existe para los hombres en cuestión de violencia de género y eso es un error gravísimo del sistema, debemos luchar para conseguir la igualdad en el ámbito de la violencia doméstica. Jamás debemos negar la realidad de las mujeres maltratadas, pero tampoco podemos negar que hay hombres que lo sufren y niños que se tienen que amoldar a situaciones muy complicadas para ellos.

Y qué decir de la proporción existente entre, hombre y mujeres, que optan por el suicidio. Los hombres ganan por goleada y la Ley de Violencia de Género tiene mucha culpa de ello.